Nuestros clientes aterrizaron en Barcelona completamente enamorados de esta ciudad. Siendo ya asiduos de sus calles, decidieron comprar un pequeño apartamento como segunda residencia y cultivar su patrimonio familiar. Y así empezó todo.

Las primeras experiencias, desafortunadamente, no fueron buenas. Contactaron con distintos agentes inmobiliarios que no supieron entenderlos ni atenderlos.  

La pareja tenía claro qué querían y dónde, pero no lo encontraban. La búsqueda empezó a resultar lenta, pesada y frustrante.  

En JTG Consultors supimos entender exactamente lo que buscaban: un piso con personalidad, cerca del mar y a reformar a su gusto. Los acompañamos en su aventura de principio a fin (aún estando ellos en otro país, el proceso no paraba).